domingo, 15 de febrero de 2009

El Himno Nacional Argentino
  • Versión Actual

Oíd, mortales el grito sagrado
Libertad, libertad, libertad.
Oíd el ruido de rotas cadenas.
Ved en trono a la noble igualdad.
Ya a su trono dignísimo abrieron
Las Provincias Unidas del Sud.
Y los libres del mundo responden
Al gran pueblo argentino salud.
Coro
Sean eternos los laureles,
Que supimos conseguir;
Coronados de gloria vivamos,
O juremos con gloria morir.


  • Marcha Patriótica (1813)

  • ¡Oíd, mortales!, el grito sagrado:
    ¡Libertad!, ¡Libertad!, ¡Libertad!
    Oíd el ruido de rotas cadenas,
    ved en trono a la noble igualdad.

    Se levanta a la faz de la Tierra
    una nueva y gloriosa Nación,
    coronada su sien de laureles,
    y a sus plantas rendido un león.

    De los nuevos campeones los rostros
    Marte mismo parece animar
    la grandeza se anida en sus pechos:
    a su marcha todo hacen temblar.
    Se conmueven del Inca las tumbas,
    y en sus huesos revive el ardor,
    lo que ve renovando a sus hijos
    de la Patria el antiguo esplendor.

    Pero sierras y muros se sienten
    retumbar con horrible fragor:
    todo el país se conturba por gritos
    de venganza, de guerra y furor.
    En los fieros tiranos la envidia
    escupió su pestífera hiel;
    su estandarte sangriento levantan
    provocando a la lid más cruel.

    ¿No los veis sobre México y Quito
    arrojarse con saña tenaz
    y cuál lloran, bañados en sangre,
    Potosí, Cochabamba y La Paz?
    ¿No los veis sobre el triste Caracas
    luto y llanto y muerte esparcir?
    ¿No los veis devorando cual fieras
    todo pueblo que logran rendir?

    A vosotros se atreve, argentinos,
    el orgullo del vil invasor.
    Vuestros campos ya pisa contando
    tantas glorias hollar vencedor.
    Mas los bravos, que unidos juraron
    su feliz libertad sostener,
    a estos tigres sedientos de sangre
    fuertes pechos sabrán oponer.
    El valiente argentino a las armas
    corre ardiendo con brío y valor,
    el clarín de la guerra, cual trueno,
    en los campos del Sud resonó.
    Buenos Aires se pone a la frente
    de los pueblos de la ínclita unión,
    y con brazos robustos desgarran
    al ibérico altivo León.

    San José, San Lorenzo, Suipacha,
    ambas Piedras, Salta y Tucumán,
    La Colonia y las mismas murallas
    del tirano en la Banda Oriental.
    Son letreros eternos que dicen:
    aquí el brazo argentino triunfó,
    aquí el fiero opresor de la Patria
    su cerviz orgullosa dobló.

    La victoria al guerrero argentino
    con sus alas brillantes cubrió,
    y azorado a su vista el tirano
    con infamia a la fuga se dio.
    Sus banderas, sus armas se rinden
    por trofeos a la libertad,
    y sobre alas de gloria alza el pueblo
    trono digno a su gran majestad.

    Desde un polo hasta el otro resuena
    de la fama el sonoro clarín,
    y de América el nombre enseñado
    les repite: "¡Mortales, oíd!:

    ya su trono dignísimo abrieron
    las Provincias Unidas del Sud".
    Y los libres del mundo responden:
    "Al gran pueblo argentino, ¡salud!

    Coro

    Sean eternos los laureles,
    que supimos conseguir.
    Coronados de gloria vivamos...
    ¡o juremos con gloria morir!
    (Se canta después de cada estrofa)

(En cursiva aparecen las estrofas quitadas en la versión moderna)

Tras la Revolución de Mayo, las autoridades de las Provincias Unidas del Río de la Plata realizaron varios intentos de dotar a la nueva nación de una pieza musical representativa. El 6 de marzo de 1813, la Asamblea General -conocida como "Asamblea del año XIII"- encomendó al poeta Vicente López y Planes y al músico catalán Blas Parera la elaboración de un himno patrio que exaltara la gesta emancipadora alumbrada en las históricas jornadas de Mayo de 1810.
    Al cabo de algunas semanas, los autores entregaron la obra a las autoridades; el Himno Nacional Argentino se cantó públicamente por primera vez en la noche del 28 de mayo de 1813, como parte de la celebración del tercer aniversario de la Revolución de Mayo. A lo que dice la tradición esta interpretación primera tuvo lugar en el salón de María Sánchez de Thompson; un famoso óleo de Pedro Soubercaseaux inmortaliza la escena.

    Años más tarde, en 1848 primero y en 1860 de forma definitiva, el compositor Juan Pedro Esnaola introdujo los arreglos musicales que adquirirían carácter oficial. Por otra parte, la excesiva extensión de su letra y la progresiva pérdida de vigencia de los propósitos políticos iniciales que inspiraron su redacción, dieron lugar a que se emprendiera una abreviación del Himno, quedando tal como se lo canta en la actualidad.

    Vicente López y Planes



    Alejandro Vicente López y Planes (Buenos Aires, 3 de mayo de 1785 – 10 de octubre de 1856) fue un escritor y político argentino que ejerció la presidencia entre el 7 de julio y el 18 de agosto de 1827. También fue el autor de la letra del Himno Nacional Argentino, adoptado el 11 de mayo de 1813.

    Primeras Actuaciones Públicas


    Inició sus estudios primarios en la Escuela San Francisco, cursando los secundarios en el Real Colegio San Carlos, hoy Colegio Nacional de Buenos Aires. Obtuvo el doctorado en leyes en la Universidad de Chuquisaca. Se desempeñó como capitán del Regimiento de Patricios durante las Invasiones Inglesas. Luego de la victoria porteña compuso un poema titulado El triunfo argentino.

    Participó en el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810 y apoyó la formación de la Primera Junta. Tenía buenas relaciones con Manuel Belgrano. Fue enviado al norte con la Expedición Auxiliar a las provincias, como secretario auditor de su jefe, el coronel Francisco Ortiz de Ocampo. Cuando éste fue dejado de lado por su oposición al fusilamiento del ex virrey Santiago de Liniers, regresó a Buenos Aires.

    Cuando los miembros realistas del cabildo porteño fueron expulsados, fue electo alcalde de la ciudad. Fue enemigo del partido de Cornelio Saavedra y uno de los creadores del Primer Triunvirato, del cual fue Síndico y secretario de Hacienda. El 3 de enero de 1812 fue reemplazado como Síndico del cabildo por el jurisconsulto Miguel Mariano de Villegas.

    Fue miembro de la Asamblea del Año XIII, defendiendo los intereses de Buenos Aires. A pedido de la Asamblea escribió la letra de una "marcha patriótica", que terminó siendo el Himno Nacional Argentino. Era una marcha guerrera, cuya música compuso el catalán Blas Parera; fue aprobada el 11 de marzo de 1813. Se leyó por primera vez en público en la tertulia realizada el sábado 7 de mayo en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson. Desplazó a otra marcha patriótica, escrita por Esteban de Luca, que hubiera sido el Himno nacional argentino si no hubiera sido por la de López, más belicista. Por el decreto número 10.302 del 24 de abril de 1944, esta Marcha fue aprobada como el Himno Nacional Argentino. Hoy en día, la versión vigente del Himno corresponde a la transcripción realizada por Luis Larreta, que se ajusta a lo acordado el 25 de septiembre de 1928 por el Poder Ejecutivo de la Nación. Durante tres años, con el gobierno del General José de San Martín, este Himno también perteneció a la República de Chile.

    Vicente López y Planes participó en el gobierno del general Carlos María de Alvear, y a su caída fue condenado a prisión. Ocupó algunos cargos públicos más, hasta que fue nombrado secretario del Congreso Constituyente de 1824 y, poco después, ministro del presidente Bernardino Rivadavia.

    Blas Parera


    Blas Parera (Vic, 3 de febrero de 1776 – Mataró, 7 de enero de 1840) fue músico y compositor español, célebre por ser el autor de la música del Himno Nacional Argentino.

    Hijo de Ramón Parera y Bernarda Morat, ambos catalanes, nació en Vic.[1] De niño fue a vivir a Mataró junto con su familia y formó parte de la Capilla de Música del Colegio de Santa Anna en el que estudiaba.

    Emigró a América en 1793 y cuatro años más tarde se radicó en la Ciudad de Buenos Aires, trabajando como compositor.

    Entre el 1802 y 1803 fue músico en la iglesia de San Francisco, de Montevideo. Meses más tarde, volvió a Buenos Aires y trabajó como profesor en el Colegio de Niños Expósitos y también de forma particular, enseñando violín, piano y laud.

    Fue organista en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires y en las iglesias de San Nicolás, San Ignacio y La Merced.

    Además, dio conciertos como violinista, clavicordista y componiendo tonadillas. Fue director de orquesta en el Coliseo Provisional de Comedias de Buenos Aires (teatro que luego asumió las denominaciones «Coliseo Argentino», «Teatro Argentino» [de Buenos Aires], hoy simplemente «Teatro Coliseo») desde su fundación hasta 1806.

    Participó en la defensa de Buenos Aires durante las Invasiones Inglesas de forma voluntaria.

    En 1809 se casó con una de sus alumnas, Facunda del Rey. Era una huérfana de quince años que vivía en el Hogar de los Niños Expósitos, donde cantaba en el coro. Parera pidió permiso al virrey para contraer matrimonio.

    En los siguientes cuatro años, se le encargó la composición de un himno para las Provincias Unidas del Sur. Luego de varios intentos, concluyó en la Marcha Patriótica. Por su contribución musical, se registra que recibió la suma de doscientos pesos,[2] una cantidad respetable para la época. En aquellos tiempos, el himno (originariamente Marcha Patriótica) se cantaba de continuo en los actos oficiales, en el teatro y hasta en tertulias. Tenía una duración de veinte largos minutos, hasta que se le truncaron estrofas.

    En julio de 1813, se trasladó a Río de Janeiro para estudiar con el maestro Marcos Antonio Portugal. En 1815 regresó a Buenos Aires y transcurridos unos dos años, nació su hijo Juan Manuel. Además tuvo otras hijas llamadas Dolores y Juana.

    En 1818 volvió a Europa. Era catalán y su patria de origen, lo llamaba. Además, tal vez, su condición de español, le creara inquietudes por su seguridad. Liniers, héroe de las Invasiones Inglesas, había sido fusilado; Álzaga, orgullo de la Defensa en 1807, había sido ahorcado y Moreno, jefe de la corriente más extremista de Mayo, había sido presuntamente envenenado en alta mar. No bien desembarcó en Cádiz se ordenó que se lo vigilara.

    Murió en la pobreza, siendo enterrado en una fosa común.

    Obras Célebres


    ♦ Cántico patriótico (1812), con letra de Saturnino de la Rosa
    ♦ Canto a la memoria de Mariano Moreno (1812)
    ♦ Himno Patriótico Original a Gran Orquesta (1812), con letra de Cayetano José Rodríguez
    ♦ Himno Nacional Argentino (1813), con letra de Vicente López
    ♦ El 25 de mayo o Himno de la Libertad (1812), obra lírica con libreto de Luis Ambrosio Morante
    ♦ Entre otras tonadillas, canciones, marchas militares, etc.

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